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domingo, 22 de mayo de 2011

Rudyard Kipling


Rudyard Kipling nació en Bombay el 30 de diciembre de 1885, y murió en Londres el 18 de enero de 1936. Es autor de numerosos relatos, novelas y poemas, y fue premio Nobel de Literatura en 1907. Creador de obras ya universales como Kim, El libro de las tierras vírgenes y Capitanes intrépidos, Kipling ha sabido aunar en sus relatos la férrea formación inglesa de su edad adulta, con la sabiduría india de su infancia, lo que dotaría su obra de una exquisita solvencia narrativa.
Más allá del exito de sus novelas, quiero destacar sus increíbles cuentos. En particular, una saga titulada 10 narraciones maestras, publicada por editorial Siruela. Ya Borges dijo de ellas que son "lacónicas obras maestras"; con lo cual sería difícil superar tal opinión. Pero sí diré algunas interpretaciones sobre varios de los relatos que pueblan estas páginas.

Elijo cinco de ellos, a los que considero insuperables: La casa de los deseos, donde dos ancianas incultas aceptan con escasa sabiduría situaciones anormales que las invaden -y las superan-, sin comprenderlas; La iglesia que había en Antioquía, la historia de un soldado romano que, sin proponérselo, termina cumpliendo el destino de Jesús; El ojo de Alá, una triste posibilidad sobre la cruenta ignorancia que -en pos de los fundamentalismos-, los hombres somos capaces de cometer; El jardinero, donde el agradecimiento y una simple promesa, son capaces de traspasar las fronteras de la muerte; Ellos, un relato en el que dos personas comparten una situación que, secretamente, los exije, los encuentra, los redime.
Todos estas narraciones, se sostienen por una intrincada maraña de lazos que las hacen, sencillamente, perfectas; no sin cierta envidia los he leído, muchas veces, para tratar de escribir -infructuosamente-, cuentos propios. Todos son claros de leer y carecen de barroquismo -artificio del que abusa el novato para ocultar su inexperiencia. 
Por el contrario, la técnica de Kipling consiste en recurrir a la fantasía -generalmente dentro de la cotideaneidad-, en la cual los personajes parecen no terminar de comprender lo que les está sucediendo. Como un condimiento adicional, el autor siembra dudas en las narraciones, como si no estuviera del todo de acuerdo con lo que el lector ya está casi convencido.
Simplemente... increíbles.

Los cuentos que componen estas 10 narraciones maestras, son técnicamente perfectos, y están diseñados para ser disfrutados.




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